Con apoyo bipartidista y el firme respaldo del presidente Donald Trump, el Congreso ha aprobado un importante paquete fiscal y de gasto, conocido por los republicanos como el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, que incluye un beneficio clave para los estadounidenses mayores que viven con ingresos fijos. Ahora, solo falta la firma presidencial para que la medida entre en vigor.
El paquete introduce una nueva deducción fiscal llamada “bono senior”, que ofrece hasta $6,000 en deducciones adicionales para contribuyentes de 65 años o más. Diseñada para aliviar la carga económica en tiempos de inflación, esta deducción aplicará desde 2025 hasta 2028 y podrá reclamarse tanto si se elige la deducción estándar como si se detallan los gastos.
El beneficio se dirige a jubilados de ingresos medios: será total para quienes ganen hasta $75,000 por persona o $150,000 por pareja. A partir de allí, se reducirá progresivamente hasta eliminarse para individuos con ingresos mayores a $175,000 o parejas que ganen más de $250,000.
Aunque no modifica la actual estructura del impuesto sobre los beneficios del Seguro Social, ofrece un alivio inmediato y tangible a quienes más lo necesitan, sin generar una carga fiscal adicional a largo plazo.
Funcionarios de la Casa Blanca han señalado que esta medida forma parte de un esfuerzo mayor para proteger a los jubilados, recompensar el trabajo de toda una vida y honrar la dignidad de los adultos mayores. Sus defensores afirman que es una solución práctica y seria, enfocada en el alivio real y la responsabilidad fiscal.
Mientras continúan los debates sobre la seguridad del retiro y el futuro del Seguro Social, el “bono senior” envía un mensaje claro: el gobierno puede actuar con seriedad para apoyar a nuestros mayores—de forma práctica, justa y sin demoras.







