En un esfuerzo por frenar la obesidad y enfermedades crónicas que generan costos millonarios al país, el presidente Donald Trump y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., anunciaron el regreso de la Prueba Presidencial de Acondicionamiento Físico para niños y adolescentes.
La medida, vigente por décadas y eliminada en 2013, busca motivar la actividad física en un contexto donde más del 22 % de menores padece obesidad. Estudios demuestran que el deporte regular mejora la salud mental, la autoestima y el rendimiento académico, además de fomentar habilidades sociales.
Trump señaló que inculcar hábitos saludables desde la infancia no solo beneficiará a los niños, sino que también reducirá el gasto público en salud a largo plazo.