Trump apunta contra la fianza sin efectivo en su plan anticrimen

Trump ha llevado el debate sobre la fianza sin efectivo al centro de su agenda, presentándolo como un factor que, a su juicio, contribuye a la impunidad y al aumento del crimen.

Donald Trump dejó entrever el corazón de su próxima ofensiva legislativa contra el crimen: eliminar la fianza sin efectivo. El expresidente, que prepara con los republicanos un proyecto integral de seguridad pública, aseguró que esta medida, aplicada en varios estados durante los últimos años, disparó la criminalidad.

“Cuando salió la primera vez, fue cuando comenzó el gran crimen. Una catástrofe. Asesinas a alguien, no pagas fianza y sales a la calle para asesinar de nuevo”, dijo en una entrevista con The Daily Signal.

La declaración se suma a los mensajes que ya había publicado en Truth Social, donde anunció que trabaja de la mano con el presidente de la Cámara, Mike Johnson, y el líder republicano en el Senado, John Thune, para dar forma a lo que llamó una “Ley Integral contra el Crimen”.

El movimiento no llega aislado. Durante el receso de verano el Departamento de Justicia sostuvo reuniones discretas con asesores republicanos para perfilar un paquete legislativo. La estrategia busca capitalizar un tema políticamente rentable: la percepción de inseguridad.

Trump ha hecho de Washington, D.C., su vitrina. Afirma que, tras la federalización temporal de la policía local y el despliegue de la Guardia Nacional, la capital pasó de ser “una de las ciudades más peligrosas” a convertirse en “una de las más seguras”. Incluso presumió que ahora se anima a cenar en la ciudad, algo que, asegura, no habría hecho antes de su llegada al poder.

El contraste, sin embargo, es polémico. El fiscal general de D.C., Brian Schwalb, lo demandó por ordenar la militarización de la seguridad pública, lo que Trump ridiculizó: “Hemos logrado niveles récord de baja criminalidad y este hombre quiere demandarnos para regresar a la alta criminalidad”.

La federalización expiró el 10 de septiembre, y el mandatario ya dejó claro que buscará extender su control. “Podemos declarar una emergencia nacional si el Congreso no actúa, porque esto fue una emergencia nacional”, advirtió.

Trump ha llevado el debate sobre la fianza sin efectivo al centro de su agenda, presentándolo como un factor que, a su juicio, contribuye a la impunidad y al aumento del crimen. El mecanismo, diseñado originalmente para evitar que personas de bajos recursos permanezcan en prisión preventiva por delitos menores, se ha convertido en uno de los temas más controvertidos en la discusión sobre seguridad pública. Con esta postura, el presidente busca consolidar una de sus banderas de campaña: una política de mano dura que priorice el orden y la seguridad, aun en medio de tensiones con el sistema judicial local y las objeciones de defensores de derechos civiles.