Tensión en el Pacífico: Crecen los cruces marítimos ilegales y se refuerzan operativos binacionales en San Diego

Aumentan los intentos de cruce marítimo irregular frente a San Diego, mientras EE. UU. y México refuerzan operativos conjuntos para responder a la presión fronteriza.

En menos de 72 horas, las autoridades marítimas de Estados Unidos y México detectaron e interceptaron tres embarcaciones sospechosas frente a las costas de San Diego, confirmando un aumento preocupante en los intentos de ingreso irregular por mar. Las acciones reflejan la creciente presión sobre la frontera marítima y el fortalecimiento de la cooperación binacional ante posibles redes de tráfico transfronterizo.

El incidente más reciente ocurrió la madrugada del 7 de julio, cuando una embarcación de seis metros quedó varada a la deriva a más de 7 millas náuticas al oeste de Sunset Cliffs. A bordo se encontraban siete personas, entre ellas dos menores, quienes fueron rescatadas por la embarcación David Duren de la Guardia Costera. Seis afirmaron ser mexicanos y uno, chileno. Todos fueron entregados a la Patrulla Fronteriza tras su arribo a Ballast Point.

Dos días antes, el 5 de julio, otra lancha fue detectada cerca de Imperial Beach. Al intentar evadir a las autoridades, fue necesario realizar disparos de desactivación. Los cuatro ocupantes, incluido el conductor, también dijeron ser de nacionalidad mexicana.

El tercer operativo tuvo lugar el 6 de julio, cuando el buque estadounidense Robert Ward localizó una embarcación sospechosa que se aproximaba desde aguas mexicanas. Al intentar interceptarla, la lancha huyó a gran velocidad hacia el sur. Fue finalmente detenida en aguas mexicanas por la Armada de México, gracias a la comunicación coordinada entre ambos países.

Aunque no se han confirmado vínculos directos con redes de tráfico humano, las autoridades advierten que estas embarcaciones improvisadas, muchas veces sin equipamiento ni condiciones mínimas de seguridad, representan un alto riesgo para sus ocupantes. La Guardia Costera ha intensificado sus patrullajes en la región, mientras organizaciones de derechos humanos advierten sobre el creciente peligro de esta ruta.