Salesforce y otras compañías revisan su relación con el Southern Poverty Law Center ante la polémica por su mapa del odio

Las críticas hacia el SPLC aumentaron porque su mapa no solo incluye a grupos extremistas, sino también a organizaciones que no encajan en esa clasificación.

Salesforce se convirtió en la compañía más reciente en tomar distancia del Southern Poverty Law Center, una organización conocida por elaborar un “mapa del odio” que clasifica a grupos como supuestos promotores de odio o extremismo. El SPLC, fundado en 1971, ganó notoriedad por identificar organizaciones que considera peligrosas y por promover ese mapa como una herramienta para que empresas y plataformas eviten apoyar a ciertos actores.

Durante años, Salesforce indicó que usaba la lista del SPLC para evitar que materiales considerados de odio aparecieran en sus plataformas. En 2022, por ejemplo, su aplicación Slack prohibió a la Federación para la Reforma de la Inmigración en Estados Unidos, un grupo que el SPLC etiqueta como organización antiinmigrante. Además, la empresa había instruido a Benevity, una plataforma de donaciones corporativas, a excluir a organizaciones que aparecen en el mapa del SPLC.

Ese enfoque comenzó a modificarse cuando dentro de la empresa surgió la necesidad de reevaluar si el uso del mapa del SPLC era adecuado para sus políticas internas, especialmente en su programa de donaciones gestionado a través de Benevity. Salesforce analizó si depender de un tercero para clasificar organizaciones podía representar riesgos operativos o reputacionales y, tras ese proceso, decidió pedir a Benevity que dejara de utilizar el mapa del SPLC como filtro para determinar los destinatarios de las contribuciones de empleados. Con esa decisión, la compañía cerró su revisión interna sobre el tema.

La relevancia de Benevity en este debate es considerable porque la plataforma conecta a casi mil empresas con más de quinientas mil organizaciones sin fines de lucro y ha gestionado dieciséis mil millones de dólares en donaciones. Aunque Benevity sostiene que no aplica el mapa del SPLC de forma automática, una presentación interna de 2021 indicó que la lista fue utilizada para evaluar a dos millones de organizaciones.

Las críticas hacia el SPLC aumentaron porque su mapa no solo incluye a grupos extremistas, sino también a organizaciones que, según diversos críticos, no encajan en esa clasificación. Con el tiempo, la lista ha incorporado a organizaciones legales de orientación conservadora, asociaciones médicas que cuestionan ciertos tratamientos para menores, movimientos de derechos parentales e incluso colectivos LGBT con posturas críticas sobre esos procedimientos. Este año, el SPLC también añadió a Turning Point USA, una organización juvenil conservadora. En su informe anual sobre odio y extremismo, el SPLC dedicó una sección amplia a examinar la influencia del grupo y el rol de su fundador, Charlie Kirk.

Meses después, Kirk fue asesinado y el atacante afirmó que lo hizo porque estaba cansado de su supuesto odio, según mensajes revelados por investigadores. En 2012 ocurrió un caso similar, cuando un hombre que intentó perpetrar un ataque dijo haber usado el mapa del SPLC para elegir a su objetivo. Aunque el SPLC condenó ambos episodios, no retiró a las organizaciones implicadas de su lista.

Los cuestionamientos al SPLC crecieron mientras acumulaba escándalos internos, desde denuncias por discriminación y acoso hasta señalamientos por prácticas antisindicales. Tras el asesinato de Kirk, varias organizaciones conservadoras pidieron a las empresas dejar de usar el mapa del odio y seis grandes corporaciones ya se han distanciado.

Una encuesta reciente indicó que el SPLC tiene una percepción negativa entre republicanos, un dato que las empresas no pasan por alto. La señal parece clara. La marca del SPLC, antes considerada una guía corporativa, ahora genera costos y controversia.