Kirsty Coventry sacude al Comité Olímpico Internacional: Hacia un nuevo rumbo para proteger el deporte femenino

Una prueba genética XX para competir como mujer basta para confirmarlo.

A solo una semana de asumir la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), Kirsty Coventry ya deja claro que no está dispuesta a eludir uno de los debates más candentes del deporte: cómo garantizar la equidad en las competencias femeninas frente al creciente conflicto por la inclusión de atletas transgénero.

Coventry, la nadadora más laureada de África y ahora líder del organismo olímpico, debutó el 23 de junio con una rueda de prensa de casi una hora donde abordó, sin rodeos, el futuro de las categorías femeninas. “Tenemos la obligación de proteger la categoría femenina. Eso es lo primero, por justicia deportiva. Pero debe hacerse con base científica y de la mano de las federaciones internacionales que ya avanzaron en este trabajo”, declaró la zimbabuense.

La polémica no es nueva. El escándalo de los Juegos de París 2024, donde el boxeador argelino Imane Khelif, confirmado biológicamente como hombre en múltiples ocasiones, se colgó el oro en la rama femenina, aún genera indignación global. Este episodio, posible tras la eliminación de las pruebas de sexo por el COI en 1999, parece haber marcado un punto de inflexión.

Coventry, sin prometer medidas inmediatas, anunció que convocará a expertos y organismos deportivos para lograr un criterio común que devuelva la claridad a las competencias. La idea de reintroducir pruebas biológicas, como el análisis de ADN mediante muestras bucales, no fue descartada del todo. Según Coventry, el COI analizará los avances de organizaciones como World Athletics antes de definir un protocolo.

“Es alentador que la presidenta del COI priorice la defensa de la categoría femenina”, opinó Jennifer Sey, excampeona nacional de gimnasia en EE.UU. “Pero aquí no hay matices ni margen de negociación: se debe exigir genética XX para competir como mujer. Una prueba basta para confirmarlo”.

Aunque Coventry evitó un pronunciamiento tajante sobre la exclusión de atletas biológicamente masculinos, el mensaje es claro: el COI buscará frenar casos como el de Khelif, quien incluso desafió públicamente a Donald Trump a impedirle pelear en los Juegos de Los Ángeles 2028. La batalla por la integridad del deporte femenino apenas comienza, pero la nueva presidenta parece dispuesta a liderarla.