Hasta Newsom lo ve: los demócratas no logran conectar con los hombres jóvenes y observan el éxito de Kirk

Charlie Kirk logró algo que pocos políticos consiguen: darles a los jóvenes una causa en la que creer, una comunidad a la que pertenecer.

El gobernador Gavin Newsom sorprendió esta semana al elogiar la capacidad del fallecido activista conservador Charlie Kirk para conectar con los hombres jóvenes, al mismo tiempo que lanzó una crítica hacia su propio partido. Según el demócrata, los progresistas han descuidado ese terreno, dejando espacio a la derecha para movilizar a un electorado que él describe como “olvidado y aislado”.

Desde un gimnasio escolar en California, Newsom presentó un programa que busca reclutar a 10,000 jóvenes para que actúen como mentores, entrenadores y tutores en iniciativas estatales y de organizaciones sin fines de lucro. El plan, explicó, responde a tasas elevadas de suicidio y a lo que calificó como una “epidemia de soledad” que afecta a hombres y adolescentes, muchas veces amplificada por la vida digital.

El gobernador vinculó directamente esta urgencia con el asesinato de Kirk en un campus de Utah, donde el activista fue baleado por un joven de 22 años acusado de homicidio agravado. Para Newsom, la tragedia evidenció el costo de no atender las tensiones que atraviesan a esta generación.

“Los demócratas no respondimos bien en la última elección al esfuerzo republicano por acercarse a los hombres jóvenes”, reconoció. “Y sigo creyendo que fue un error”.

En vísperas de una eventual candidatura presidencial, Newsom busca contrarrestar la narrativa republicana que conquistó lo que algunos llamaron el “voto masculino joven” en los últimos comicios. Su reflexión también es personal: recordó que Kirk fue el primer invitado de su podcast This is Gavin Newsom, y que incluso su propio hijo le pidió una foto con el activista.

No es la primera vez que el gobernador se adentra en el debate sobre la masculinidad. En 2015 participó en un documental dirigido por su esposa, Jennifer Siebel Newsom, y el año pasado firmó una orden ejecutiva enfocada en los desafíos de hombres y niños. Ahora insiste en que su partido debe dejar de tratar el tema como un tabú.

“Durante décadas hemos evitado reconocer esta crisis porque parecía un juego de suma cero: que enfocarse en los hombres quitaba espacio a la lucha por la igualdad de género”, dijo. “Pero no es así. Ignorar el problema solo agrava las divisiones”.

En un país donde la política juvenil suele reducirse a slogans de campaña, Newsom intenta abrir una conversación incómoda: atender el aislamiento de los hombres jóvenes con acompañamiento real, redes de apoyo y experiencias que les hagan sentir escuchados. Charlie Kirk, cuestionado en muchos frentes y admirado en otros, logró algo que pocos políticos consiguen: darles a jóvenes una causa en la que creer, una comunidad a la que pertenecer. Y ese legado —el de activar en lugar de ignorar— puede ser un modelo inspirador para quienes quieren marcar una diferencia.