La decisión de tres senadores altera la dinámica y plantea un desafío para el líder de la minoría demócrata en el Senado.
El cierre parcial del gobierno estadounidense comenzó a mostrar fracturas dentro del Partido Demócrata. Por primera vez desde que inició el estancamiento legislativo, tres senadores demócratas se apartaron de su bancada y respaldaron a los republicanos en una votación destinada a garantizar el pago a miembros de las Fuerzas Armadas y a otros trabajadores federales. Se trata de Jon Ossoff y Raphael Warnock, ambos de Georgia, junto con John Fetterman de Pensilvania.
Hasta ahora, los demócratas habían rechazado todas las propuestas republicanas para reabrir parcialmente el gobierno o financiar agencias específicas. La decisión de estos tres senadores altera esa dinámica y plantea un desafío para el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. Aunque el número de disidentes sigue siendo reducido, su aparición sugiere que la disciplina interna puede empezar a debilitarse.
Los republicanos esperan presentar iniciativas similares la próximamente, incluida una que busca asegurar el pago de los controladores aéreos durante el cierre. La presión crecerá a medida que se acerca el periodo de inscripción abierta del Affordable Care Act. A esto se suma la posibilidad de interrupciones en programas de asistencia alimentaria a inicios de noviembre, lo que podría aumentar el costo político para los demócratas.
Además, los republicanos han mostrado interés en negociar una extensión de los subsidios reforzados del Affordable Care Act, un asunto prioritario para los demócratas. Legisladores involucrados en las conversaciones señalan que existe un camino viable para ampliar esos apoyos con algunos cambios. Sin embargo, reconocen que la falta de negociaciones activas está enfriando las posibilidades de acuerdo.
Mientras tanto, la Casa Blanca intenta mostrar disposición. Algunos funcionarios ofrecieron organizar un almuerzo con legisladores demócratas una vez que el gobierno vuelva a abrir. La presión hacia el presidente Donald Trump también ha aumentado, ya que muchos demócratas reclaman su intervención directa para destrabar las conversaciones.
El caso de Ossoff tiene un peso electoral evidente. En 2026 buscará la reelección en Georgia, uno de los estados más disputados del país. Al defender su voto, señaló que los miembros del servicio militar, el personal de la TSA y los controladores aéreos deben presentarse a trabajar y merecen recibir su pago por ese trabajo. Su postura revela sensibilidad ante un electorado que podría reaccionar negativamente si trabajadores esenciales dejan de cobrar.
No es extraño que senadores de un mismo estado coincidan en decisiones delicadas. Para los republicanos, esto significa que una sola grieta puede arrastrar otra, lo que en este caso equivale a conseguir dos votos demócratas a cambio de uno.
Hasta el momento, Schumer había logrado mantener cohesionada a su bancada, bloqueando en repetidas ocasiones propuestas de la Cámara Baja para aprobar fondos temporales. Sin embargo, la reciente votación confirma que sostener esa unidad será cada vez más difícil. Las presiones electorales, los intereses locales y los plazos críticos en temas de salud y alimentación elevan el costo político y ponen a prueba la cohesión demócrata en medio del cierre.







