Fin del de minimis para China: caos logístico y el futuro de Shein y Temu

Los exportadores podrían recurrir a envíos en master cartons o redirigir productos a través de terceros países.

Una de las ventajas clave que permitía a gigantes del comercio electrónico como Shein y Temu vender productos baratos en EE.UU. sin pagar impuestos ha llegado a su fin. La administración Trump eliminó la exención arancelaria conocida como de minimis para bienes provenientes de China, desatando un torbellino de efectos en la cadena de suministro, la logística y el comercio digital.

¿Qué es el de minimis y por qué era tan importante?

El de minimis es una exención que permite la importación de bienes de bajo valor sin pagar aranceles ni impuestos. En Estados Unidos, el umbral se fijó en $800 en 2016, uno de los más altos del mundo. Esta política impulsó el auge de plataformas como Shein y Temu, que enviaban directamente productos desde China a consumidores estadounidenses sin costos adicionales, permitiéndoles ofrecer precios ultracompetitivos y evadir controles estrictos.

Según datos del gobierno, los envíos de minimis se dispararon de 140 millones en 2014 a más de mil millones en 2023. La falta de regulación también facilitó el ingreso de productos falsificados, bienes potencialmente peligrosos y, según las autoridades, incluso sustancias ilícitas.

Un cambio abrupto que desató el caos

Cuando la orden ejecutiva de Trump eliminó de un día para otro el de minimis para China, el impacto fue inmediato. El Servicio Postal de Estados Unidos dejó de aceptar paquetes provenientes de China y Hong Kong, causando un embotellamiento en las aduanas. En el aeropuerto JFK de Nueva York, más de un millón de paquetes quedaron retenidos, afectando incluso a envíos que ya habían pagado impuestos.

El colapso aduanero obligó a la administración a suspender temporalmente la medida para dar tiempo al Departamento de Comercio a implementar un plan más viable. Sin embargo, la decisión generó críticas por la falta de preparación y el corto plazo con el que se anunció el cambio.

Shein y Temu, que juntas transportan alrededor de 9,000 toneladas de mercancía al día, detuvieron vuelos de carga y recurrieron a la cláusula de force majeure para cancelar acuerdos sin penalizaciones. Además, consumidores que compraban ropa y productos de bajo costo comenzaron a recibir facturas inesperadas de aranceles.

En paralelo, los gigantes del comercio electrónico han estado reestructurando su presencia global. Shein, por ejemplo, tiene su empresa matriz en Singapur y vínculos con las Islas Vírgenes Británicas, mientras que la compañía matriz de Temu trasladó su domicilio legal a Irlanda.

Un futuro incierto para el comercio transfronterizo

Aunque el cambio en la política busca frenar la competencia desleal y reforzar los controles aduaneros, expertos advierten que no será suficiente para impedir el flujo de paquetes sin inspección rigurosa. Los exportadores aún pueden recurrir a envíos en master cartons o redirigir productos a través de terceros países.

Lo que es seguro es que el modelo de negocio basado en la exención de minimis para China ha llegado a su fin. Resta ver cómo responderán las empresas afectadas, los consumidores y la economía global ante este nuevo escenario.