Estados Unidos lanza un plan para recuperar su industria naval 

Uno de los pilares de la propuesta es un nuevo mecanismo de financiamiento que impone cargos por tonelada a empresas extranjeras con subsidios estatales.

Durante años, la industria naval estadounidense ha estado en declive. Mientras China construyó casi 1,800 buques en 2022, Estados Unidos produjo solo cinco embarcaciones civiles del mismo tipo. Esa brecha no solo refleja una pérdida de capacidad industrial, sino un riesgo estratégico: hoy el país no está preparado para sostener sus operaciones navales en caso de un conflicto, ni para respaldar a sus aliados.

Con ese diagnóstico, el Congreso presentó el 30 de abril la ley SHIPS for America, un proyecto bipartidista que busca reconstruir la flota comercial estratégica del país y reactivar su infraestructura marítima. El plan incluye la creación de un Fondo de Seguridad Marítima, que financiará la construcción de tanqueros, cargueros militares y buques especializados, fundamentales para la defensa y la economía nacional.

Uno de los pilares de la propuesta es un nuevo mecanismo de financiamiento que impone cargos por tonelada a empresas extranjeras con subsidios estatales —principalmente de China—, para alimentar ese fondo. La intención es que quienes reciben subsidios que afectan la competencia en el mercado global contribuyan al fortalecimiento de la industria naval estadounidense

Pero varios expertos advierten que la ley, tal como está escrita, se queda corta. Proponen reformas adicionales para que la industria naval vuelva a ser competitiva. Entre ellas: sustituir el impuesto corporativo por un esquema que solo grave las utilidades distribuidas, con el fin de incentivar la reinversión en astilleros, equipos y formación laboral.

También se sugiere un modelo de subsidios basado en capacidad instalada. Por ejemplo, si un astillero puede fabricar cuatro barcos por año, pero solo recibe dos pedidos, el gobierno cubriría los costos fijos de mantener esa capacidad adicional. Así se garantiza una respuesta rápida ante emergencias, sin necesidad de producir más de lo necesario.

El proyecto incorpora además incentivos a la innovación, como zonas económicas especiales y centros de desarrollo tecnológico para modernizar el sector. No obstante, algunas disposiciones generan preocupación. Entre ellas, un crédito fiscal del 40% por barco que podría elevar artificialmente los precios, restricciones a la exportación de gas natural licuado y reglas que encarecerían el seguro marítimo, desviando el comercio hacia puertos de Canadá o México.

El objetivo declarado de la ley es alcanzar una capacidad suficiente, eficiente y flexible para responder en momentos de crisis, sin competir necesariamente en volumen con otros países. SHIPS for America representa una iniciativa para fortalecer la industria naval, aunque algunos expertos sugieren que ajustes fiscales, incentivos y revisiones adicionales serían necesarios para maximizar su impacto.