Nissan no es la única compañía preocupada: Ford, General Motors y Stellantis también han expresado inquietudes sobre los posibles aranceles.
La posibilidad de que la automotriz Nissan traslade parte de su producción fuera de México ha encendido el debate sobre el impacto de los aranceles propuestos por Donald Trump. Mientras la empresa japonesa evalúa sus opciones, la presidenta Claudia Sheinbaum desestima la amenaza y advierte que, de hacerlo, Nissan perdería una parte fundamental de su mercado.
En una conferencia de prensa, Sheinbaum respondió a las declaraciones de Makoto Uchida, presidente y director ejecutivo de Nissan, quien afirmó que la compañía considera mover su producción fuera de México si se imponen los aranceles del 25 % anunciados por Trump para autos, acero y aluminio. La medida afectaría directamente a Nissan, que exporta unas 320,000 unidades al año a Estados Unidos.
Sheinbaum, sin embargo, no ve viable esa salida. “La mayoría de los vehículos que produce Nissan en su planta de Aguascalientes están destinados al mercado nacional, no al de exportación. Si se van, perderían su principal base de clientes en México”, sostuvo la presidenta. También recordó que los aranceles no se aplicarían solo a México, sino a todas las importaciones automotrices en Estados Unidos, lo que limitaría las opciones de la compañía.
El futuro de Nissan en México
Más allá del impacto de los aranceles, el gobierno mexicano busca convertir la situación en una oportunidad. Sheinbaum mencionó que su administración trabaja para que Nissan fabrique en México un nuevo modelo híbrido, que actualmente solo se produce en Japón. Se trata de un vehículo con un motor 80 % eléctrico y 20 % de combustión interna, lo que, según la mandataria, contribuiría a la reducción de emisiones contaminantes en el país.
Mientras tanto, Nissan ha evitado confirmar si el traslado de su producción es una decisión firme o una medida de presión para negociar mejores condiciones comerciales. En un comunicado, la empresa aseguró que sigue comprometida con México, donde ha fabricado más de 16 millones de vehículos, aunque reconoció que las condiciones globales están en constante evaluación.
La incertidumbre de la industria automotriz
El sector automotriz mexicano, que representa cerca del 4 % del PIB nacional y una quinta parte de la economía manufacturera, enfrenta un escenario de incertidumbre. Las exportaciones cayeron un 13.74 % interanual en enero, reflejando la inestabilidad en los mercados. Nissan no es la única compañía preocupada: Ford, General Motors y Stellantis también han expresado inquietudes sobre los posibles aranceles y sus efectos en sus operaciones en México.
Aunque Sheinbaum logró una prórroga de un mes en la aplicación de los aranceles a los productos mexicanos, la amenaza sigue latente. Si en las próximas semanas no se alcanza un acuerdo definitivo, las tarifas entrarán en vigor, obligando a Nissan y otras automotrices a tomar decisiones difíciles.
Por ahora, la pregunta sigue abierta: ¿realmente Nissan trasladará su producción o simplemente busca presionar para asegurar mejores condiciones comerciales? Lo que está claro es que, si los aranceles se imponen, la industria automotriz mexicana enfrentará uno de sus mayores desafíos en los últimos años.