Las autoridades rastrearon la ubicación del sospechoso mediante datos de su teléfono, que lo situaban exactamente donde comenzó el fuego.
El incendio que arrasó Pacific Palisades en enero, dejando 12 muertos y más de 6,000 viviendas destruidas, ya tiene un sospechoso. Se trata de Jonathan Rinderknecht, un hombre de 29 años que, según las autoridades, habría provocado el fuego la madrugada del 1 de enero. Fue detenido en Florida y enfrenta cargos federales por destrucción de propiedad mediante fuego, aunque podría enfrentar también acusaciones de asesinato.
La investigación tomó un giro inusual: entre las pruebas más reveladoras está una imagen generada con ChatGPT, donde Rinderknecht había creado una escena apocalíptica de una ciudad en llamas. Los fiscales aseguran que el archivo, hallado en sus dispositivos, guarda una inquietante similitud con la tragedia que posteriormente arrasó más de 23,000 acres entre Pacific Palisades, Topanga y Malibu, causando pérdidas estimadas en 150,000 millones de dólares.
El fuego comenzó cerca del sendero Skull Rock, a una cuadra de donde el sospechoso había vivido. Según el acta de acusación, Rinderknecht prendió fuego con una llama abierta tras completar un viaje como conductor de Uber la madrugada del 1 de enero.
Uno de sus pasajeros declaró que el hombre parecía “agitado y molesto”. Minutos después, el área comenzó a arder.
Aunque los bomberos controlaron rápidamente un primer foco, llamado “Lachman Fire”, este continuó encendido bajo tierra, avivado días después por vientos huracanados que lo transformaron en una tormenta de fuego. Para cuando lograron contenerlo, ya había devastado vecindarios enteros y las residencias de figuras como Mel Gibson, Paris Hilton y Jeff Bridges.
Las autoridades rastrearon la ubicación del sospechoso mediante datos de su teléfono, que lo situaban exactamente donde comenzó el fuego. En su móvil también hallaron videos de los bomberos combatiendo las llamas y una serie de búsquedas sospechosas en ChatGPT, entre ellas:
“¿Eres culpable si se provoca un incendio por tus cigarrillos?”
Incluso, Rinderknecht grabó su intento de llamar al 911, un gesto que los fiscales interpretan como un intento deliberado por simular inocencia. Cuando fue interrogado, aseguran que su pulso se aceleraba cada vez que le preguntaban quién había iniciado el fuego.
Cinco meses antes, había pedido a ChatGPT que generara una pintura “distópica”: un bosque en llamas, miles de personas pobres huyendo de un muro con un signo de dólar, mientras los ricos “observan el mundo arder y ríen”. Un mes antes del siniestro, escribió en la misma plataforma: “Literalmente quemé la Biblia que tenía. Se sintió increíble. Me sentí liberado.”
El informe posterior del Departamento de Bomberos de Los Ángeles reconoció que los recursos eran insuficientes ante las condiciones extremas de viento y sequedad. Enumeró casi cien desafíos: desde la falta de agua hasta retrasos en las órdenes de evacuación. El gobernador Gavin Newsom calificó la captura del sospechoso como “un paso hacia la justicia para miles de californianos desplazados”.
Pero el caso también deja otra lección: por primera vez, una imagen generada por inteligencia artificial se convierte en una pieza clave dentro de una investigación por incendio criminal.