Pese a nueva variante, actividad viral respiratoria sigue en niveles bajos en EE.UU., reportan los CDC

A pesar de la reciente aparición de la variante NB.1.8.1 del virus SARS-CoV-2 en Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informan que la actividad viral por COVID-19, influenza y virus respiratorio sincitial (VRS) se mantiene en niveles bajos a nivel nacional.

Según el último reporte emitido el 6 de junio, las visitas a salas de emergencia por enfermedades respiratorias continúan en cifras mínimas, y las proyecciones para las próximas dos semanas no indican aumentos significativos. Además, el análisis de aguas residuales —uno de los métodos más efectivos para detectar la circulación viral en comunidades— revela niveles bajos o muy bajos en la mayoría de los estados. Solo Dakota del Sur presenta una carga viral elevada, aunque sin un repunte notable de casos clínicos.

La variante NB.1.8.1, identificada en menos de 20 secuencias genómicas en EE.UU., ha sido detectada en viajeros internacionales en California, Washington, Virginia y Nueva York. Esta cepa ha generado inquietud por su presencia en regiones de Asia como China y Hong Kong, donde se han reportado incrementos en los contagios. Sin embargo, los CDC señalan que, por el momento, esta variante no representa una amenaza mayor ni ha sido incluida en el rastreador oficial de variantes.

Los CDC mantienen una vigilancia activa a través de análisis genómicos y monitoreo de aguas residuales. Aunque no se ha demostrado que NB.1.8.1 cause una enfermedad más grave, se sugiere a las personas con mayor riesgo que se vacunen antes del verano. Las vacunas actuales, diseñadas contra sublinajes como LP.8.1, podrían ofrecer protección cruzada.

Mientras tanto, autoridades en Hong Kong han recomendado el uso de mascarillas quirúrgicas en espacios cerrados para personas vulnerables, como medida de precaución ante el repunte local.