Narrativas cruzadas tras los disturbios en Los Ángeles: La Casa Blanca responde con imágenes contundentes

Un video oficial desmonta la versión de “protestas pacíficas” y expone la violencia y desorden que enfrenta la ciudad, marcando un cambio en la estrategia federal.

Mientras medios y políticos progresistas insisten en minimizar el caos vivido en Los Ángeles, la Casa Blanca ha respondido con un video de 48 segundos que desafía directamente la narrativa de que se trató simplemente de “protestas pacíficas”.

El material audiovisual intercala declaraciones de figuras demócratas, entre ellas los senadores Cory Booker, Elizabeth Warren, Alex Padilla, la ex candidata presidencial Kamala Harris y la periodista de CNN Dana Bash, con imágenes de vehículos incendiados, ataques a agentes federales y enfrentamientos violentos a plena luz del día.

“Lo que está ocurriendo en Los Ángeles no son protestas pacíficas: son disturbios al estilo del tercer mundo en suelo estadounidense”, dice el comunicado que acompaña el video, marcando un giro en el tono del gobierno federal: de defensa a ofensiva.

El video se publica justo antes de las próximas protestas “No Kings”, un evento que, según reportes, cuenta con el respaldo de la heredera de Walmart, Christy Walton, lo que ha aumentado la preocupación sobre un posible movimiento coordinado de desestabilización. Desde la Casa Blanca aseguran que el objetivo es mostrar al país lo que realmente está ocurriendo en las calles, antes de que los medios lo maquillen.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Abigail Jackson, fue contundente: “La falta de liderazgo del gobernador Gavin Newsom ha creado un vacío lleno de desorden, banderas extranjeras y violencia contra las fuerzas del orden”. El gobierno también criticó la exaltación de símbolos extranjeros y la negativa de funcionarios demócratas a reconocer la magnitud del descontrol.

La afirmación del senador Padilla, quien aseguró que los actos vandálicos fueron cometidos por “otro grupo” durante la noche, fue rápidamente desmentida, ya que las imágenes muestran claramente que gran parte del caos ocurrió a plena luz del día, poniendo en duda los intentos de separar a “manifestantes buenos” de elementos violentos.

Según algunos analistas y comentaristas políticos, el mensaje es claro: la administración está trazando una línea roja. A medida que aumentan las tensiones y se avecinan más protestas, señalan que esto ya no es solo una batalla por la política migratoria, sino un momento decisivo sobre la ley, el orden y el futuro de la sociedad civil en Estados Unidos.